lunes, 26 de agosto de 2013

El rey

El rey ha sido destronado. Tocó fondo hace mucho, pero ahora se confirma la realidad. Observa a su alrededor todos los recuerdos. Las mil y una batallas ganadas y la guerra perdida. No sabe si pegarle a la pared o simplemente dejar pasar el tiempo. Quizás lo segundo sea lo mejor. Pero después de tanto tiempo, tantos conflictos solucionados, tantos asaltos y enfrentamientos, acabar así era lo que menos esperaba. Pero ya se sabe: llora como una mujer lo que no has sabido defender como un hombre. Grandes palabras que se tildarían de machistas, pero que reflejan la realidad de muchos y la de él especialmente.

¿Y ahora qué? El rey se sienta y sigue mirando a su alrededor. No se puede retroceder en el tiempo. ¡Tantas cosas cambiarían! Pero toca responder: ahora todo y nada. La nada tan infinita y el todo tan ínfimo. Nada es lo que tiene y todo es lo que tenía.

Hay que tomar una decisión. Y tomar una decisión siempre es importante, y el rey tiene que meditarla. Se preparará para una guerra. Una guerra que luchará el solo, sin aliados. Su propia guerra contra todo el mundo. Y cuanto antes mejor.

De momento, el rey ha sido destronado.

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