Te echo de menos a pesar de que fue decisión mía, dolorosa de tomar y difícil de pasar.
Echo de menos verte y poder hablar durante horas como si no pasara el tiempo.
Echo de menos verte y poder disfrutar de los silencios como si fuera música.
Echo de menos reír contigo y escuchar tu risa superando el límite de decibelios.
Echo de menos criticar contigo, contar las cosas y opinar de todo como si fuéramos grandes expertos conocedores de las limitaciones.
Echo de menos pasear contigo y que sin querer nos cojamos de la mano.
Echo de menos cenar en cualquier sitio y compartir ese momento.
Echo de menos poder mirarte sin que te des cuenta y sentir una paz interior que pocos pueden entender.
Sí, te echo de menos y me gustaría saber qué tengo que hacer para que todo salga bien.
Definitivamente, te echo mucho de menos.